Parasitoides
Instalación mecánica interactiva.
Colaboración: Daniel Alvarez Olmedo
2011-2012
La instalación es una representación de la indisociabilidad y la dependencia que la especie humana tiene con la Naturaleza, y manifiesta su manipulación y pretensión utópica de control. Sintetiza la relación entre el Hombre y su entorno en la actual era del Antropoceno, mediante micro-ecosistemas autorregulados que condicionan las palpitaciones de un corazón mecánico.
Los microambientes se regulan mediante evapo-transpiración y se desarrollan en condiciones antinaturales de encierro, llevados al límite de necesidad de agua al no poseer regado alguno. Las plantas se adaptan a las condiciones manipuladas y crecen mediante ciclos de supervivencia. A su vez, cada contenedor posee sensores de temperatura y humedad que regulan las palpitaciones de un dispositivo mecánico robótico con forma de corazón. Cuánto mayor es el calor interno, más intenso es el ritmo cardíaco, como metáfora de la afección directa entre medioambiente y especie humana.
Con el paso de los días, las plantas rompen su envase saliendo al exterior y logrando mejores condiciones para su desarrollo. De esta forma, la naturaleza acciona y revierte el condicionamiento. Esta ruptura se traduce como un símbolo de la búsqueda de equilibrio natural y de la evidencia de la imposibilidad de control del entorno.